Cuerpo de la acción en Hannah Arendt: una relectura de La condición humana
Resumen
El objetivo del artículo es reconstruir el concepto de cuerpo en La condición humana articulándolo específicamente con la noción de acción. Como premisa fundamental, se asume que Arendt toma distancia del cuerpo extenso, es decir, no cree en la existencia de una unidad –material e incuestionable– común a toda la especie humana. Dicho de otro modo, el cuerpo no se define por las necesidades vitales, ni por los instintos, a los que Arendt considera inapropiados para explicar el comportamiento humano. Las explicaciones provenientes de la zoología o la biología son insuficientes para comprender las revueltas políticas, las guerras o las revoluciones. El cuerpo humano está condicionado por el momento histórico y político y eso es justamente lo que lo hace humano: su imprevisible capacidad de acción. Posiblemente sea por ello que, en La condición humana, Arendt no habla del cuerpo de manera aislada, como si fuese un objeto inalterable, sino que siempre lo tensiona con las actividades de la vita activa, evidenciando una marcada diferenciación entre el cuerpo biológico de la labor y el cuerpo activo, plural –y por ende particular– atribuido la acción.