La Ilustración política y el autogobierno de los ciudadanos
Resumen
Para la filosofía de la Ilustración, el problema de la autonomía del ser humano resulta indisociable de su facultad de elección en el ámbito de lo general y para lo general. Se trata del desarrollo del ser humano, conforme a su facultad de elegir, respecto de sus formas de realización social en la interacción y el conflicto del nosotros. En ese sentido, el problema de la autonomía se sitúa necesariamente en el ámbito de su realización práctica y, por esta razón, el autogobierno de los ciudadanos constituye el reclamo histórico, en el siglo XVIII, de esa disposición de elección del ser humano frente a la arbitrariedad y la coacción del poder.
De esta manera, la consideración filosófica de la autonomía moral y política se sitúa en el ámbito del problema de la institución y racionalidad del orden social y político en la medida en que el mismo se asume como construcción consciente del propio ser humano. Es conforme a la exigencia de ese vínculo entre la autonomía del ser humano, en cuanto un ser capaz de determinaciones propias como ser que piensa, y el problema de la racionalidad del orden político, que buscamos mostrar aquí que la filosofía de la Ilustración conlleva un contenido democrático radical como contenido fundamental de la modernidad política.