Protrepsis, Año 14, Número 27 (noviembre 2024 - abril 2025). www.protrepsis.cucsh.udg.mx
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¿Cómo entonces se lleva a cabo el análisis de los conceptos? Anderson sostiene que el análisis
kantiano de un juicio es una definición aristotélica por género y especie, esto es, una división lógica
por jerarquía de conceptos en clases y sub-clases, donde éstas están contenidas en aquéllas
(Anderson, 2004; 2015)17 . Anderson encuentra evidencia de esta concepción kantiana de la
descomposición de conceptos en los escritos de lógica del filósofo prusiano. Kant (Kant, trad. en
1992b: 910-911; Kant, trad. en 1992a: 146; cit. Anderson 2004: 509) menciona que hay conceptos
superiores y otros inferiores; en los primeros, llamados géneros o divisus (concepto dividido) están
contenidos los segundos, llamados especies o membra dividentia (miembros de la división). En un
concepto dado, está contenido lo múltiple, entendido esto como una variedad de otros conceptos
que lo determinan. Kant llama a esta descomposición de un concepto la división lógica de ese
concepto. Por ejemplo, en el hombre es un animal, el término hombre es un concepto inferior, la
especie, contenido en el superior animal, el género. Claro que esta proposición no cuenta como
analítica, a menos que descompongamos todo lo múltiple del concepto hombre hasta que sus
conceptos constituyentes lo determinen, esto es, hasta que ambas partes sean coextensivas. Así, la
relación estar contenido en por la que definimos a los juicios analíticos significa formar parte de la
división lógica de un concepto.
En este sentido, los juicios de la aritmética no son analíticos porque no pueden ser analizados como
una definición aristotélica. Las palabras de Kant tantas veces citadas de que por más que uno
analice la suma de los números 7 y 5 jamás se encontrará el concepto del número 12 se explica por
esta división lógica de los conceptos (Kant, trad. en 2009: 15). En efecto, Anderson (Anderson,
2004) sostiene que la suma de los números 7 y 5 no forma parte de una jerarquía conceptual única
dentro del concepto del número 12 porque en realidad este concepto puede descomponerse en
infinitos conceptos: 11+1, 13-1, 3×4, √144, 4.345+7.655, etc. Entre cada una de estas expresiones
matemáticas no hay una jerarquía, sino que sólo la hay entre cada una de ellas y el número doce.
Desde esta perspectiva, el doce tiene una jerarquía multidimensional, esto es, el doce tendría una
división lógica ad infinitum. Pero como señala Kant, “ningún concepto, como tal, puede ser
pensado como si contuviese en sí una multitud infinita de representaciones” (Kant, trad. en 2009:
B 40; cit. Anderson, 2004: 519). Las definiciones por género y especie que definen la analiticidad
kantiana tienen, según Anderson, unidimensionalidad, esto es, una jerarquía en cadena desde un
concepto complejo hasta muchos conceptos que lo dividen en conceptos más simples. Así, el
concepto humano se dividiría en conceptos como animal, mamífero, omnívoro, etc. Cada uno de
17 Esto contradice el sentido de las verdades analíticas tal como lo han concebido algunos filósofos de tradición
anglosajona desde W. O. Quine. En “Two Dogmas of Empiricism” (1951) Quine simplifica la analiticidad como el
hecho de ser verdadero en virtud del significado, abriendo paso a que proposiciones como todos los solteros son no
casados sean analíticas por una cuestión de sinonimia y no por una de descomposición jerárquica de conceptos. La
concepción de Kant no coincide con la de Quine y la de otros filósofos anglosajones de más reciente influencia, como
Timothy Willamson.