Protrepsis, Año 13, Número 26 (mayo - octubre 2024). www.protrepsis.cucsh.udg.mx
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Lejos de manifestar un efecto de la misma realidad que constituye lo humano en tanto parti-
cipación en una única naturaleza, la sociedad genera desde esa perspectiva, a modo de de-
fensa de intereses constituidos, un ‘concepto reaccionario’ bajo excusa de ‘realidad’. En
cuanto la sociedad ‘produce’ (tecnológicamente ante todo) la realidad y la propia ‘realidad’
obedece a una imposición social, se revierte la unidad entre libertad y naturaleza en la que
progresivamente (positivamente) el conocimiento generaba una realidad alternativa: la eman-
cipación. Esta fisura de la unidad que procuraba el conocimiento, en cuanto se lo concebía
como expresión del vínculo entre libertad y naturaleza, convierte a la ‘representación social’
en mera justificación de la ‘realidad’, que a su vez estampa designios anclados en parte(s) in-
volucrada(s). (Viscardi, 2022: 88)
IV. Consideraciones finales
El contexto filosófico en el que se erige el pensamiento de Ibero Gutiérrez puede desdoblarse en
dos aspectos: el propiamente institucional proveniente de las clases y autores abordados en la Fa-
cultad de Humanidades y Ciencias, con un fuerte anclaje en la fenomenología –proveniente de
distintos filósofos de Alemania y de Francia–, y el creciente humanismo marxista, a partir de los
distintos trabajos en torno al joven Marx; y los que se originan en el seno familiar a partir de la
figura de su padre –también llamado Ibero–, de su tío y padrino Methol Ferré, y de su primo Ruibal,
quien tenía un vínculo sumamente estrecho con Silva García. Las características propias –presen-
tes en sus diarios liceales–, le permitieron en tan poco tiempo, realizar una obra poética, pictórica
y de dramaturgia, que conocemos hoy gracias a la investigación de Luis Bravo y a la Memoria activa
–en tanto actividad de recuperación y actualización–, frente al absurdo de la violencia perpetrada
por el Estado. En ese contexto, y dado que era estudiante de filosofía, se entendía clave rescatar los
aspectos filosóficos que desbordan su obra. Efectivamente, en su Biblioteca Personal se hallan toda
una serie de filósofos que corresponden con lo que fue tradición filosófica del Uruguay desde fina-
les de los años cuarenta y asentada en los años cincuenta. Llamaba la atención las distintas obras
de Heidegger que se encuentran en dicha biblioteca, así como las lecturas realizadas por Gutiérrez,
algunas presentes en los manuscritos editados por Luis Bravo, otras presentes en sus libros a partir
de subrayados y glosas marginales.
La recepción filosófica de Heidegger en el Uruguay se impartió a finales de los años cuarenta, se
profundizó en los años cincuenta, y en los años sesenta se accedía frecuentemente a las lecturas del
pensador alemán, algo que sucedió en una biblioteca tan nutrida de autores, como la suya. Reque-
rirá una tarea de más largo aliento el poner de relieve con mayor amplitud las distintas marcas,
subrayados, esquemas y comentarios establecidos por el joven, a las obras del pensador alemán en
Ser y tiempo, Introducción a la Metafísica (1953), y los distintos textos que componen su edición
de Sendas perdidas –así como a comentaristas directos e indirectos como Bobbio o Sartre–, para
colocar a Gutiérrez en un diálogo en el campo de ruptura metafísica de la representación.