Protrepsis, Año 12, Número 23 (noviembre 2022 - abril 2023). www.protrepsis.cucsh.udg.mx
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fuera del mundo lógico, entonces, carecen de sentido como de hechos que permitan ser expresados
con claridad, finalizando así su Tractatus: “7 De lo que no se puede hablar hay que callar” (p. 137).
Wittgenstein creía que las ambigüedades del lenguaje generaban una barrera entre la comunica-
ción de los seres humanos, era mejor evitar aquellos asuntos que no fueran parte del mundo tra-
tando de dar una mayor claridad. La comunicación entre personas debía evitar ciertas proposicio-
nes o conceptos carentes de sentido hablando sólo de aquellos hechos que pudiéramos contrastar.
Esta teoría del lenguaje fue llevada a un nivel más radical con la propuesta de Rudolf Carnap sobre
los enunciados protocolares.
Carnap creería que a través del lenguaje lógico podrían superarse todas las ambigüedades del pen-
samiento metafísico. Su estudio se encuentra enfocado al sentido de las oraciones, no le interesa si
pueden ser verdaderas o falsas. Una oración verdadera podría ser, “el sol tiene figura circular”, ésta
es verificable por los sentidos para mostrar su veracidad; en cambio, “el sol tiene figura cuadrada”,
evidentemente es falsa. No obstante, ambas oraciones poseen sentido, también, pueden ser proba-
das empíricamente. Por otro lado, se encuentran aquellas proposiciones sin sentido. Una proposi-
ción es una serie de oraciones formadas por palabras y sintaxis: “Un lenguaje consta de un vocabu-
lario y de una sintaxis, es decir, de un conjunto de palabras que poseen significado y de reglas para
la formación de proposiciones” (Carnap, 1965: 67).
Carnap llamaría al tipo de proposiciones metafísicas “pseudo-proposiciones”, las cuales, quedan
divididas en dos tipos: a) aquellas formadas por alguna palabra con un sentido erróneo y b) aquellas
formadas por palabras con significado, pero sin usar adecuadamente su sintaxis. Su investigación
es mostrar cómo la metafísica se encuentra formada por alguna de ellas.
De acuerdo con esto hay dos géneros de pseudoproposiciones: aquellas que contienen una
palabra a la que erróneamente se supuso un significado o aquellas cuyas palabras constituti-
vas poseen significado, pero que por haber sido reunidas de un modo antisintáctico no cons-
tituyeron una proposición con sentido. (1965: 67)
Tal como propone Frege, Carnap acepta la referencia del concepto, cuando posee un referente
entonces designa algo poseyendo sentido, si sólo refiere algo aparente, no refiere nada, es tanto
como un pseudo-concepto: “¿No puede afirmarse que cada palabra fue introducida en el lenguaje
sin otro propósito que al indicar algo determinado; de manera que desde el inicio de su uso tuvo un
significado definido?” (1965: 68). Interpretándolo como un realista radical, el autor parece com-
prender por concepto únicamente aquello verificado por nuestra experiencia: zapato, niño, pájaro,
árbol, río, son palabras designadas a objetos reales teniendo una designación adecuada. En cambio,
conceptos como: ser, sustancia, absoluto, forma, coseidad son palabras aparentemente significati-
vas, puede alguien designar son tal y tal cosa, significan esto u otro, pero no son empíricamente