Protrepsis, Año 10, Número 20 (mayo - octubre 2021). www.protrepsis.cucsh.udg.mx
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Que la filosofía y la infancia sean dos mundos separados con poco o nada que ver entre sí es pro-
ducto del desconocimiento, tanto de la filosofía como de esta etapa de la vida humana. Desde sus
orígenes, cuando la filosofía ha traído a cuento a la infancia, ha sido o de forma tangencial o como
ejemplo de inmadurez, en este último caso caben esas metáforas de la “infancia de la civilización”
como una etapa con la que deberíamos ser indulgentes o esperar solamente el momento en que se
llegue a la adultez en donde, ahora sí, las cosas pueden tornarse serias y pueden emitirse juicios de
valor dignos de tomarse en cuenta.
Hubo que esperar siglos para que, de la mano de autores como Rousseau o Dewey, la infancia fuera
valorada como un momento clave para la educación de los que serían futuros adultos. La niñez
como un medio y no como un fin en sí misma seguía siendo la constante. La filosofía de la educación
deja un testimonio, en sus orígenes, de esta preocupación.
Es hasta entrado el siglo XX cuando Matthew Lipman dará un giro radical a la relación entre la
infancia y la filosofía. De la mano de sus colaboradores, entre los que no podemos omitir a Ann
Sharp, irrumpen con el programa de Filosofía para Niños adelantando aseveraciones revoluciona-
rias, que se resumen en lo siguiente: los niños filosofan y lo hacen bien y la infancia, en sí misma,
ofrece oportunidades valiosas para establecer en ellos la reflexión filosófica como un repertorio más
junto con los otros procesos de aculturación que ocurren en la casa y la escuela. La oportunidad de
estimular el pensamiento crítico, creativo y cuidadoso en los niños es una oportunidad que no se
debe desperdiciar, afirman, si va a concebirse a la infancia como un fin en sí mismo, por un lado, y
como escuela de ciudadanía mundial, por el otro.
El impacto de la obra de Lipman, Sharp y demás impulsores de la filosofía para niños se deja sentir
en la actualidad en prácticamente todos los continentes. Organizaciones se encargan de preservar,
investigar, ampliar y difundir el programa original. Es cada vez más frecuente encontrar instancias
formadoras de facilitadores y se suman cada vez más instituciones educativas, padres, tutores y
cuidadores que conceden valor a la incorporación de la filosofía para niños en el espectro educativo
de los infantes.
Junto con lo anterior, se han desarrollado otras vertientes que, aunque no comparten el total de las
pautas de filosofía para niños, consideran que los niños deben ser expuestos a contenidos filosóficos
como parte de su formación y han desarrollado una serie de temáticas y técnicas para llevarlo a
cabo, estos enfoques son más conocidos como Filosofía con Niños.
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Es así que Protrepsis ha convocado para su Dossier 20, que cierra su décimo aniversario, a que se
reflexione en torno a la relación infancia-filosofía, sea bajo el enfoque de filosofía para niños, filo-
sofía con niños o filosofía de la educación. El resultado es una serie de seis artículos que, en su
conjunto, nos dan una imagen amplia y representativa de lo que se está haciendo en la actualidad
en Iberoamérica.
Junto con las secciones de Ágora, Ensayos y Reseñas y recensiones, éste Dossier integra el segundo
número del año en que cumplimos una década. Esperamos que sea solo la primera de otras tantas
en que sigamos cumpliendo con esta labor de vinculación y divulgación de la filosofía.
