Protrepsis, Año 10, Número 19 (noviembre 2020 – abril 2021). www.protrepsis.cucsh.udg.mx
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con la facultad productiva del genio. Pero antes que el genio motive, anime y produzca el movi-
miento objetivo al gusto, fundamentalmente se configura una estética que permite relacionar al
genio con otro, que permite que la materialidad se libere más allá del estilo y que pueda interpelar
al espectador desembarazándose de su propia naturaleza para devenir otra.
Como expresión de las ideas estéticas, los signos adquieren un segundo aspecto al de presentifica-
ción de aquellas, se convierten en presencias, en materia liberada en tanto que la imaginación se
establece como fuerza productiva y creadora logrando generar una segunda naturaleza más allá de
la real-empírica: “A la inercia de lo espacial se opone la vivacidad de lo temporal y el juego de lo
lento y lo raudo, de lo ligero y lo grave en la composición de rectas y curvas, de tonalidades altas y
bajas, de claroscuros, etc., sostiene la vivacidad más profunda contenida en las ideas estéticas” (Ca-
rrillo, 2002: 322). Vivacidad que genera un acontecimiento, el signo que antes solo exhibía ahora
golpea como un evento, una sorpresa que enmudece a través de su propia materialidad liberada:
“El evento bloquea el curso del relato por una suerte de suspiro.” (Parret, 2008: 32). A esta condi-
ción de experiencia real podríamos denominarla intensidad, un aspecto trabajado largamente por
Kant en Lógica y “Anticipaciones de la percepción” de la CRP
.
Es el observador, el espectador, en quien se produce este nuevo aspecto del signo como interpe-
lante, a saber, la del descubrimiento de lo inagotable de las ideas estéticas. Las ideas estéticas, dice
Kant, se encuentran compuestas de una multiplicidad de expresiones (Ausdruck) o atributos (esté-
ticos, a diferencia de los lógicos) que se reconocen como las consecuencias del movimiento vivifi-
cante producido por el genio en el espectador. Así, Kant propone el ejemplo del poema de Federico
En la edición A de la CRP de 1781, Kant estipula el principio de anticipación de todas las percepciones en cuanto
tales: “El principio que anticipa todas las percepciones en cuanto tales es como sigue: en todos los fenómenos, la sen-
sación -y lo real que ella corresponde en objetos (realitas phaenomenon)- posee una magnitud intensiva, es decir, un
grado". En la edición B de 1787, sintetiza: "Su principio es: En todos los fenómenos, lo real que sea [es] un objeto de
la sensación posee magnitud intensiva, es decir, un grado”. En ambas ediciones la referencia a una anticipación de la
sensación mantiene un correlato con la realidad (Realität) en una definición precisa ya que se debe entender aquí lo
real en tanto relativo a la sensación, lo real como objeto de la sensación: “La realidad es, en el concepto puro del en-
tendimiento, lo que corresponde a una sensación en general [...]” . Por otro lado, el énfasis en la primera edición (A)
parece centrarse sobre la sensación, mientras que en la segunda edición (B) se trataría de lo real, es decir, de los obje-
tos de la sensación. Kant propondrá una prueba [Beweis] trascendental que pretenda demostrar que, a través de un
principio del entendimiento puro podemos anticipar (temporalmente) ciertas posibilidades de la cualidad de la natu-
raleza de nuestras percepciones. Kant retoma de Epicuro el término πρόληψις (Prolepsis) para designar la anticipa-
ción que no es más que el a priori del conocimiento empírico, es decir, el sujeto anticipa la percepción puesto que
mantiene una determinación respecto al fenómeno. Es partiendo de esta idea que se considerarán tres puntos a desa-
rrollar: a) grados de intensidad y la relación materia-forma, b) el “llenado” de las cantidades extensivas y la caída y,
por último, c) la habilitación a un problema mayor: tiempo y acontecimiento. Es importante notar que el aconteci-
miento se encuentra ligado a esta actividad de la intensidad y a su caída en la extensidad en las Anticipaciones de la
percepción, en otras palabras, son las series extensivas las que tienen como propiedad intrínseca a la intensidad que
permanece en una duración breve.