Protrepsis, Año 8, Número 15 (noviembre 2018 - abril 2019). www.protrepsis.cucsh.udg.mx
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Esta historia comienza con Aristóteles, como muchas otras a lo largo de la existencia de la filosofía.
En ciertos momentos de su extensa obra, en donde aborda el tema de los animales (En donde una
mención especial merece su Sobre el origen de los animales), el filósofo griego concluye
diferenciándolos radicalmente de los humanos por su ausencia de raciocinio y creando una
tradición dentro de la filosofía que, de alguna manera, replicó en lo sucesivo ese dictamen. Santo
Tomás primero y Descartes después son buenos exponentes de la demarcación animal–hombre
bajo el criterio de presencia o no de la razón, siendo sólo máquinas sofisticadas para el último de
ellos.
Fue Bentham quien plantea la primera cuestión filosófica relevante que involucra a los animales.
Realiza, en las postrimerías del siglo XVIII una de las críticas más agudas a la añeja línea divisoria
entre humanos y animales, sustentada, de forma tradicional y aristotélica, en la exhibición de
facultades racionales. Aunque Bentham sostuvo que ese criterio era aplicado de forma sesgada (hay
animales, decía, que muestran mejores cualidades racionales que humanos muy jóvenes o
deficientes mentales), lo más importante era, para él, que no se trataba de un buen criterio. No
debemos preguntarnos si los animales son capaces de raciocinio, dijo, sino de sufrimiento.
Sufrir, dice Bentham, es entonces un claro indicativo de que los animales son seres sintientes Si
esto era así, entonces no había razones suficientemente justificadas para infringirles dolor y sí las
había, por el contrario, para procurar su bienestar. Kant ya antes había adelantado una idea similar
al señalar que nuestros deberes para con los animales eran una derivación de nuestros deberes para
con la humanidad. Schopenhauer será otro claro ejemplo de empatía profesada a los animales.
En el siglo XX el tratamiento del estatuto filosófico de los animales ha encontrado un impulso de la
mano de las diferentes disciplinas que hacen del animal su objeto de estudio. Zoología, etología,
psicología animal, ciencias cognitivas y primatología, entre otras, han enriquecido e informado el
debate sobre la cuestión. Importantes movimientos sociales, por otro lado, han sido la caja de
resonancia de las interpretaciones de esta discusión. Abolicionistas, veganos y movimientos
ecologistas que impulsan una amplia variedad de iniciativas a nivel mundial son buenos ejemplos
de tales movimientos y filósofos como Peter Singer y Tom Regan, entre otros, algunos de los
pensadores más citados al respecto.
Es en este contexto que Protrepsis ha convocado a su Dossier décimo sexto: La filosofía en torno a
los animales no-humanos. Esperamos que el brillante artículo que lo conforma: Los animales:
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¿objetos de explotación o sujetos vulnerables? de Beatriz Vanda y Elizabeth Tellez contribuya a
documentar la discusión sobre el lugar que tienen los animales en el panorama filosófico y, por
extensión, en la sociedad humana.
Por último es motivo de especial alegría contar con un ensayo del distinguido profesor Mauricio
Beuchot, en el que aclara la idea de la hermenéutica analógica a partir de un intercambio de ideas
que tuvo en el 2004 con el filósofo italiano Gianni Vattimo.
