Protrepsis, Año 8, Número 15 (noviembre 2018 - abril 2019). www.protrepsis.cucsh.udg.mx
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Giambattista Vico y Hegel. En el caso del filósofo italiano, se infiere que influyó en Marx porque
este teóricamente pasa de la visión de historia teológica o teleológica a historia hecha por los
humanos, como se sostiene en la siguiente cita: “-según Vico-, el hombre hace la historia, Vico no
se refiere a una historia puramente política, sino a todo lo que concierne a la actividad espiritual y
material del hombre” (Lefebvre, 1975:149). Noción que inmiscuye al humano en relación con lo
que construye, produce y realiza, lo que podría designarse como progreso, ideas presentadas en su
magna obra: La Ciencia Nueva (1949). En lo que respecta al filósofo alemán (Hegel), es también
notoria en su propuesta dicha vinculación: humanos, historia y progreso pero con otros matices. De
esta manera se les ha reconocido como influencias de Marx pues en ambos autores, aun con sus
diferencias, hay una noción de Historia que deviene y ha venido progresando a lo largo del tiempo,
una noción en la que esta “Historia” se percibe como independiente de los alcances y designios
humanos en el caso del “espíritu” en Hegel (2012; 1999), como manipulada por el hombre en el
caso del desarrollo de la historia en Vico.
Ya señalada la influencia de ambos autores, se puede analizar el tema del desarrollo histórico en
Marx por lo menos desde dos posibles nociones con significado diferente que usa en sus textos, ya
que, en concordancia con algunas interpretaciones, Marx usa el concepto “Historia” con H
mayúscula, connotando esta Historia proceso, en el sentido hegeliano de “progreso”. De igual
forma, también se puede sostener que usa el concepto “historia” con h minúscula para referirse a
la historia escrita, hecha y manipulada por el humano, en un sentido más cercano a lo planteado
por Vico. Por ejemplo, en el Manifiesto del Partido Comunista lo escribe así:
La historia de todas las sociedades hasta nuestros días es la historia de las luchas de clases.
Hombres libres y esclavos, patricios y plebeyos, señores y siervos, maestros y oficiales, en
una palabra: opresores y oprimidos se enfrentaron siempre, mantuvieron una lucha
constante, velada unas veces y otras franca y abierta; lucha que terminó siempre con la
transformación revolucionaria de toda sociedad o el hundimiento de las clases en pugna.
(pp. 23-24).
La cita anterior de la edición revisada manifiesta que, en efecto, cuando Marx se refiere a la
“historia de todas las sociedades hasta nuestros días” hace alusión a la historia escrita, con h
minúscula, una historia positivista que se basaba en estudios científicos y antropológicos que
arrojaron resultados sobre la distinción de clases a partir de la posesión de la tierra, investigaciones
que Marx y Engels valoraron bastante pues eran hombres de su tiempo, con un tanto de fe en el
discurso de la razón y la ciencia; posteriormente se quiso interpretar tales palabras como Historia
proceso, con H mayúscula, la gran Historia, el hecho real verdadero metafísico, en un sentido más
hegeliano.